Acerca de Los ángeles guardianes
A finales de la década de 1970, el crimen en la ciudad de Nueva York victimizaba a los residentes como nunca antes. El asesinato, los crímenes de odio y los delitos violentos amenazaban a todos los neoyorquinos, a medida que se recortaban los presupuestos de la policía y se dejaba a los ciudadanos defenderse solos.
Los residentes de la ciudad se resignaron a la realidad mientras los políticos y la policía parecían impotentes. Sin embargo, un joven de Brooklyn, Curtis Sliwa, sintió que alguien tenía que hacer algo. Así que dio un paso adelante, formando "The Maginficent 13" con trece compañeros de trabajo del McDonalds que dirigía Curtis. Sabía que la ciudad en la que nació, la ciudad que amaba, merecía algo mejor y luego inspiró a más vecinos a unirse, lo que llevó a la creación de la Patrulla de Seguridad Comunitaria Guardian Angels.
Los Ángeles Guardianes operan bajo el lema “nos atrevemos a cuidar” y lo han demostrado una y otra vez a lo largo de los años, en algunos casos con sus vidas.
Los ángeles de la guarda hoy
Hoy en día los Ángeles Guardianes tienen Capítulos en Trece Países y más de cien ciudades. Si bien el grupo original de trece personas en su ciudad natal ha crecido a miles en todo el mundo, la misión no ha cambiado: hacer un cambio positivo en la comunidad involucrando a miembros de nuestras comunidades para que den un paso adelante y asuman un papel activo. Si bien las clásicas patrullas callejeras son el alma de la organización, todos sabemos que llegar a los jóvenes de nuestros vecindarios, especialmente a los de mayor riesgo, es crucial, por lo que una vez más los Ángeles Guardianes están cubriendo la necesidad. El programa "Junior Angels", sus programas de extensión juvenil y su centro comunitario de Washington Heights brindan ayuda a los niños con todo, desde la tarea hasta la nutrición, mientras los involucra activamente en su comunidad.
Atrévete a preocuparte por tu comunidad
Los Ángeles Guardianes siempre se han adscrito a una filosofía de membresía abierta, como lo demuestra la diversidad de sus miembros. No les preocupa el género, la edad, la sexualidad o la raza y sólo requieren el compromiso de buscar el mejoramiento de su comunidad. Al observar el impacto abrumadoramente positivo de unirse para lograr resultados, los voluntarios se han dado cuenta de que está dentro de su alcance colectivo crear la calidad de vida que tan desesperadamente buscan. Esta comprensión ha convertido la desesperanza en empoderamiento, el miedo en amistad y al individuo solidario en un colectivo poderoso.
La creciente actividad criminal y la disminución de los servicios públicos pueden paralizar a las comunidades. Aquí es cuando la filosofía We Not I de los Ángeles Guardianes es tan poderosa. Donde los residentes se han acercado para mantener seguros sus vecindarios, los Ángeles Guardianes han ayudado a los locales a establecer Patrullas de Seguridad en los vecindarios. Guiados por principios de honestidad, confiabilidad y perseverancia, los voluntarios se empoderan y protegen desinteresadamente a los demás.
Los Ángeles Guardianes también comprenden la importancia de cambiar la atmósfera de un vecindario con alta criminalidad. El cambio de atmósfera es un cambio de actitud. Una actitud de urgencia para recuperar las calles de manos de los criminales. Una actitud de que sólo podemos recuperar la calidad de vida que por derecho nos pertenece si pensamos y nos preocupamos unos por otros.
Una actitud de entender que la única solución permanente es desarrollar programas que aborden el crimen callejero a nivel comunitario involucrando a todos los afectados por el problema.
En lugar de depender de otros para resolver un problema comunitario, los ángeles guardianes ayudan a las personas a reconocer que deberían recurrir a sí mismas. Juntos, aquellos que están dispuestos a luchar unos por otros son más capaces de resolver los problemas de su comunidad.
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